Agosto

-Y se subió a los límites del balcón y abrió los brazos y se tiró, pero no estaba en el piso cuando bajamos a bucarlo.

-El descensor todavía funcionaba?
-todavía.


Mientras que las paredes se iban acortando y el hueco por el que iba pasando su cuerpo se volvía más angosto, todavía era Agosto y las hojas se habían ido a trancar en la otra punta de la rejita que salía a la calle, pero tampoco podría afirmar que nuestro Comandat todavía se encontrase con vida, aunque usted sabe que no se sabe y como dicen el nunca aparentemente podría haber sabido tampoco.

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